viernes, 4 de enero de 2008

Estás fichado…

Un cupón para un concurso del super. Una encuesta telefónica. Un llamado del banco o supuesto banco. Un email spam pidiéndote datos o que lo reenvíes a diez amigos. Tus compras con tarjeta o tus visitas al cajero automático. Tus llamadas provenientes del celular. Todo está fichado.

Vivís en una realidad donde la privacidad casi suena a algo romántico y te produce nostalgia si realmente te ponés a pensar. Los que superamos los treinta largos sabemos que existió un tiempo en que no era así. Existió un tiempo donde tu privacidad era privada, al menos mucho más privada que ahora. Exacto, tampoco existían los cuidadores de autos y casualmente comenzaban los robos de “pasacasettes” o stereos. ¿Y eso qué tiene que ver si los que manejan las bases de datos son poderosos y los cuidadores de autos son pobres? Sinceramente no lo sé, pero si sé que al menos te sentías con derecho a estacionar el auto en la vía pública. Ahora sentís que estás pidiendo permiso. Los dos extremos se juntan tal vez y se asocian para que te sientas más expuesto…

Si tenés más de treinta lo viste, seguro que lo viste. Pero los que tienen menos de veinte se mueven como peces en este mar donde cada vez vale menos (pero se vende más) el “se tú mismo”. Y aunque la onda “se tú mismo” se usa en campañas publicitarias perfectamente diseñadas les están diciendo cuáles son los productos que deben comprar para identificarse con el “se tú mismo”. Vaya manera de ser uno mismo. Es decir, se tú mismo pero elegí qué estilo comprás, nuestro estilo por supuesto. Se tú mismo pero encasillate en alguna de estas opciones, no te quedes afuera, porque si te quedás afueras no comprás y tampoco te podemos fichar. Hasta los más "rebeldes" compran hoy una moda para ellos, no te has fijado?.

¿Fenómeno local o global? Sin duda es un fenómeno global y los argentinos estamos dentro de esta licuadora que cada vez gira más rápido y donde aparentemente las diferencias se equiparan pero en otra realidad se profundizan. Vas al shopping y te crees que estás en Manhattan pero vas (aunque no vas) a barrio Las Flores y ya no estás en Manhattan, estás en Kenia.

¿Sabías que hoy en día se puede saber dónde estás por la localización de tu celular? Tus compras con tarjeta están dejando las huellas de qué comprás, dónde y a qué hora lo hacés. Tus ingresos en Internet también dejan huellas, cada click, cada decisión que tomás durante tu plácida navegación desde tu living. Sin ir más lejos, en este exacto momento yo podría saber que has ingresado a este sitio y desde qué dirección IP lo has hecho. De allí es muy fácil saber dónde te encuentras o al menos saber si has ingresado desde la misma IP desde la cual lo habías hecho la semana pasada. Por supuesto, seguí visitándome, yo no estoy usando este dato ni siquiera lo relevo. Pero otros sí lo usan y existe un perfil tuyo perfectamente delineado y estudiado que dice quién sos como consumidor, qué te gusta y qué no. ¿Qué más se releva de estos datos? ¿Qué ocurre si se juntan realmente todos los repositorios de información en uno solo? Ahí es donde entramos en terreno resbaladizo donde no podemos saber qué más saben y para qué otra cosa se puede usar toda esta información más que con fines de marketing. Pero ni te molestes en querer cambiar algo ahora, ya estás recontra-fichado y tus huellas están esparcidas por todos lados.

Comentario extra: encontré un cortometraje español de 3 minutos que habla sobre esto. Se llama “Remove” haciendo justamente alusión al deseo de desaparecer de todas las bases de información que tiene el protagonista. Lo rodó la productora “Delacrew” (
http://www.delacrew.net/) de Valencia (antes de Barcelona) en tan sólo 48 horas para presentarlo en el festival de cine digital Diba Express (Digital Barcelona Film Festival http://www.dibaexpress.com/).

Te invito a que mires el corto "Remove" en el siguiente link:
http://es.youtube.com/watch?v=GOfRpnzzmVc

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